viernes, 28 de noviembre de 2014

Un poema de Luis López Navarro

Me resulta muy grato descubrir que Luis, 
legendario compañero de farras de mi hermano, 
llevaba dentro de sí un poeta, y ello es más que 
manifiesto en su poemario recientemente 
publicado: Equinoccios. Entresaco un poema 
que describe con mucho tino sintético esta 
profesión  nuestra de enseñantes -él es profesor 
de Física en un instituto de Valencia- 
desde el punto de vista más próximo a la pizarra 
(y en el que no deja de colarse 
una evocación de otro viejo profesor: 
el "Recuerdo infantil" de Antonio Machado):


Tres latinajos,
muchas órdenes,
dos discursos inspirados,
algunas pruebas,
cuarenta textos,
gritos, desórdenes,
momentos dulces,
imprecación.
Entre bastante sol
y poca monotonía
de cristales
instruir deleitando, se pretende
y un cielo azul muy suave
en dulcísimos
finales de trimestre.


martes, 25 de noviembre de 2014

Pasatiempo sobre Hamlet

Intenta traducir las siguientes frases, situarlas en Hamlet y explicar su significado contextual. (Están colocadas por orden de aparición en la obra.)


1- Hamlet - But break, my heart, for I must hold my tongue.

2-- Hamlet - There are more things in heaven and earth, Horatio, than are dreamt of in your philosophy.

3-  Polonius - What do you read, my lord?
Hamlet- Words, words, words.

4- Polonius – Though this be madness, yet there is method in´t.

5- Hamlet - The play is the thing wherein I´ll catch the conscience of the King.

6- Hamlet - Thus conscience does make coward of us all.

7- Hamlet - Give me that man That is not passion's slave, and I will wear him
In my heart's core, ay, in my heart of heart, As I do thee.

8- Queen Gertrude - Hamlet, thou hast cleft my heart in twain.
Hamlet - O, throw away the worser part of it, And live the purer with the other half.

9- Hamlet - Alas, poor Yorick, I knew him, Horatio. A fellow of infinite jest, of most excellent fancy.

10- Hamlet - The rest is silence.


martes, 18 de noviembre de 2014

Homenaje a Galdós, de Rafael Chirbes

El premio nacional de Narrativa del año pasado, Rafael Chirbes, escribe su particular elogio a Pérez Galdós:

Llevo más de medio siglo leyendo a Galdós y cada día aumenta mi admiración por su maestría a la hora de construir un universo narrativo desde esa aparente falta de estilo que es dominio de todos los estilos. Admiración también por su modestia. Porque su despliegue de recursos literarios lo lleva a cabo con un pudor exquisito, sin que el lector se dé apenas cuenta; sin que note la tramoya, ni advierta sus deslizamientos, sus travestismos, su trabajo en filigrana, siempre atrapado en la invisible telaraña novelesca.  Galdós no es un narrador tradicional, sino un narrador total, un maestro que —eso sí— se sitúa en el polo opuesto de los escritores que convierten su trabajo en espectáculo. En las novelas de Galdós las cosas fluyen sin dar nunca la impresión de que son fruto de un gran esfuerzo. Se diría que el escritor no existe, que todo nace inocentemente, con extrema facilidad. Hasta ahí llegan su respeto por el lector y su elegancia.

(El País, 28-12-2013)

jueves, 13 de noviembre de 2014

Coplas de Jorge Manrique: "esta otra vida tercera": ¿vida eterna o vida de la fama?


No se os haga tan amarga
la batalla temerosa
que esperáis,
pues otra vida más larga
de fama tan gloriosa
acá dejáis.
Aunque esta vida de honor
tampoco no es eternal,
ni verdadera,
mas, con todo, es muy mejor
que la vida terrenal,
perecedera. (35)

El vivir que es perdurable,
no se gana con estados
mundanales,
ni con vida deleitable,
en que moran los pecados
infernales,
mas los buenos religiosos,
ganánlo con oraciones
y con lloros,
los caballeros famosos
con trabajos y aflicciones
contra moros.

Y pues vos, claro varón,
tanta sangre derramasteis
de paganos,
esperad el galardón
que en este mundo ganasteis
por las manos.
Y con esta confianza
y con la fe tan entera
que tenéis,
partid con buena esperanza,
que esta otra vida tercera,
ganaréis.» (37)

Un tanto ambigua resulta la referencia a “esta otra vida tercera” en la copla 37 del magno poema manriqueño. ¿Se trata de la vida eterna o de la vida de la fama? Ninguna de las ediciones críticas que he manejado (no menos de cuatro) anotan su significado, y entre los estudiosos que he consultado (Américo Castro, Stephen Gilman, Pedro Salinas y unos cuantos más) casi se podría decir que se dividen en partes iguales los que consideran un significado y los que consideran el otro, sin dar mayores argumentos. Por el contexto inmediato parecería que se refiere al “galardón” de la vida eterna (“y con la fe tan entera / que tenéis, / partid con buena esperanza). Sin embargo, nos inclinamos a pensar que se trata de la vida de la fama (“vida de honor”). Intentemos razonarlo.

lunes, 3 de noviembre de 2014

El arte de la sugerencia en Bécquer: “aquellas que aprendieron nuestros nombres”.


A veces produce un poco de grima constatar el concepto que sobre el comentario de textos literarios se suele tener. Mirando en el ciberespacio comentarios de la rima LIII ("Volverán las oscuras golondrinas") compruebo que, tras unas cuantas observaciones más o menos banales sobre el poema, se dedican a hacer un pequeño listado de figuras retóricas (paralelismo, anáfora, personificación, etc.), con lo que el comentarista se siente ya satisfecho y el alumno cree aprender algo.
Pero no se trata de hacer listados o decir “hay” esto, “hay” lo otro, sino de intentar entender cómo funcionan las elecciones verbales que el poeta ha llevado a cabo en su obra.

Me gustaría hacer un breve apunte sobre el pudoroso arte de la sugerencia en Bécquer, un aspecto claramente antirromántico, aun cuando hacia el final de este rima –la parte más floja, por otra parte- el autor incurre en delito de extremo romanticismo.

Suelo pedir a mis alumnos que sitúen espacialmente el lugar que evoca el poeta (la voz poética, un ente de la ficción verbal)  cuando hace referencia al compartido amor del pasado.
Les hago ver que si veían a las golondrinas hacer los nidos en el balcón y llamar con sus alas a los cristales es porque los amantes se encontraban en una habitación. Si luego evoca las madreselvas cubiertas del rocío de la mañana es porque, más que probablemente, el poeta y su amada han pasado la noche juntos en la cama.
Ahí es donde viene la oportunidad de ese verso maravilloso, en que el poeta dice, refiriéndose a las golondrinas: “aquellas que aprendieron nuestros nombres”. ¿Cómo pueden las golondrinas, que suponemos dotadas de un coeficiente intelectual bajo, aprender los nombres del poeta y su amada? Los amantes gustan de pronunciar el nombre de su amado/a en los momentos de intimidad y pasión amorosa. En el verso se nos da a entender que tantas veces practicaban este juego del mutuo nombrarse que hasta las golondrinas llegaron a aprender sus nombres.

De qué manera tan sutil evoca Bécquer la apasionada intimidad de los amantes sin decir explícitamente nada. Lo considero una extraordinaria muestra de su maestría en el arte de la sugerencia poética.                     


domingo, 2 de noviembre de 2014

Sábato llama a Borges "relojero": en clase explicamos por qué.

A usted, Borges, heresiarca del arrabal porteño, latinista del lunfardo, suma de infinitos bibliotecarios hipostáticos, mezcla rara de Asia Menor y Palermo, de Chesterton y Carriego, de Kafka y Martín Fierro; a usted, Borges, lo veo ante todo como un Gran Poeta. 
Y luego, así: arbitrario, genial, tierno, relojero, débil, grande, triunfante, arriesgado, temeroso, fracasado, magnífico, infeliz, limitado, infantil e inmortal. 

Ernesto Sábato: "Borges" en Uno y el Universo.