sábado, 18 de enero de 2020

La rosa blanca, de José Martí: dos imágenes.

A saber qué escribió el bueno de José Martí, pues tantas lecturas, ligeramente diferentes, circulan por el ciberespacio de su célebre poema. Las variantes principales afectan al octavo verso: "cardo ni ortiga cultivo" que tan claro suena -con su ortiga- para el lector peninsular. Y también al último "cultivo una rosa blanca" en lugar de "cultivo la rosa blanca". Transcribiré, por tanto, la lección de Ivan Schulman, el autorizadísimo estudioso de Martí, tal como se recoge en su edición de los Versos Sencillos de Cátedra.

XXXIX

Cultivo una rosa blanca,
En julio como en enero,
Para el amigo sincero
Que me da su mano franca.

Y para el cruel que me arranca
El corazón con que vivo,
Cardo ni oruga cultivo:
Cultivo la rosa blanca.


Pero lo que hoy quería traer al blog es la emoción que me ha producido encontrarme este poema -poema de mi infancia cubana, que aprendíamos de memoria en la escuela- en lugares poco imaginables. Traigo un par de fotos: la primera la saqué en el jardín de un hotel exclusivo que se encuentra en la localidad cántabra de Escalante.





La otra, en un parque infantil de un barrio popular de Pisa: