domingo, 11 de enero de 2015

¿Tuertos o entuertos?


Pequé algo de purista el año pasado cuando en mi post “¿Desfacer entuertos o enderezar tuertos?” afeé el uso de “desfacer entuertos” al tratar de imitar la fabla quijotesca, e incluso me atreví a calificar de error la utilización del sintagma por parte de conocidos estudiosos de la literatura española como Segundo Serrano Poncela o José María Micó.
 Recientemente consultando la Vida de don Quijote y Sancho, de Unamuno, me encontré con que el insigne vasco utilizaba con frecuencia el vocablo “entuerto”, aunque siempre en relación con el verbo “enderezar”, como Cervantes. Cuando ya estaba dispuesto a culparle de la difusión del uso, reparé en que otras veces en esa obra usa el clásico “enderezar tuertos”, si bien con menos frecuencia (quince “entuertos” contra seis “tuertos”).
La vacilación en el uso me llevó a consultar algunos diccionarios de referencia en nuestra lengua y me encontré con lo siguiente: en el Diccionario de Autoridades de la Real Academia Española, 1739, no aparece el vocablo “entuerto”, pero sí “tuerto”, que se define: “Usado como substantivo, vale agravio, sinrazón, ò injuria, que se le hace à alguno”, y se autoriza con un fragmento del Quijote y un romance de Quevedo referido al Quijote.
Ahora bien, ya en el Diccionario ideológico, 1942, de Julio Casares, en el Diccionario de uso del español, 1966-67, de María Moliner y en los actuales de la Real Academia aparece el término “entuerto” como sinónimo de “tuerto”, e incluso en los dos últimos se registra el sintagma “desfacedor de entuertos” como arcaísmo de uso familiar.
Para continuar un poco mi pesquisa me acerqué, por Internet, al Corpus diacrónico del español (CORDE), en la página web de la R.A.E e hice la siguiente comprobación: si bien el término “entuerto” aparece en algún raro documento medieval, durante los siglos de oro brilla por su ausencia. Pero ya en el siglo XIX se documentan usos en las Escenas matritenses, de Mesonero Romanos, en Emilio Castelar, en Pérez Galdós (La incógnita), y a principios del XX en La gloria de don Ramiro, de Enrique Larreta o en el mismísimo don Julio Casares, insigne lexicólogo, en un artículo recogido en su libro Cosas del lenguaje. No seré yo quien vaya a enmendarle la plana a tan reputados maestros de la lengua.

Por tanto, resumiendo: si queremos citar al Quijote con propiedad habría que decir “enderezar tuertos”, pero si decimos “desfacer entuertos” no estamos incurriendo en error alguno.

lunes, 5 de enero de 2015

La posesión del silencio: un verso de Miguel Mas

Hacia finales de los años 70 se daba a conocer, en la escena poética valenciana, un joven poeta, Miguel Mas, cuyo segundo libro llevaba por título Celebración de un cuerpo horizontal. Todo el libro me gustó, como me había gustado a su vez su anterior poemario Frágil ciudad del tiempo. Pero el verso que se me quedó grabado en la conciencia y al que muchas veces recurro mentalmente, y cuya lección suelo recomendar a quien me escuche, es el último verso del último poema del libro. El último verso, por tanto, de la entrega. Copio el poema que se cierra con el verso de marras. Todo un estímulo para la meditación.


El volumen se ha perdido.

La tarde es este agujero de luz
donde todo se cristaliza y se consume.

Escuchas el silbido del aire en la ventana,
la respiración del polvo.

Crece un vago calor en las paredes.

Has cerrado los párpados. Sabes,

al fondo de esta materia indescifrable,

qué enorme posesión es el silencio.