miércoles, 22 de octubre de 2014

Ejercicio de redacción: comentario de un refrán

Para los alumnos de 4º ESO A y B: 

Se trata de hacer una redacción (en torno a las 15 líneas: entre 13 y 18) en que se comente un refrán que se habrá elegido entre los recopilados en clase.

La redacción constará de 3 párrafos y tendrá la siguiente estructura:

Como título se pondrá el refrán elegido (en su totalidad).

En el primer párrafo se explicará qué es un refrán. Para ello recurriremos al uso de más de un diccionario (para intentar sacar una definición con nuestras propias palabras) y a las explicaciones del profesor en clase para caracterizar al género (estructura, oralidad, literalidad...)

En el segundo párrafo se explicará el significado del refrán elegido con detalle y precisión.

En el tercero se explicará su uso: en qué circunstancias se puede utilizar ese refrán, y poner algún ejemplo concreto de su uso.

El hecho de que se exija una composición de pequeño tamaño es con el objeto de que la redacción sea lo más esmerada posible, que no haya errores ortográficos, ni de puntuación, ni resulte farragosa. En cuanto al estilo, habrá de evitarse la segunda persona del singular (tú, sepas...) y se deberá escribir en 3º persona (el enunciado del refrán parece indicar...) o 1ª del plural (nosotros, sabemos...)

Las redacciones tienen que figurar en la libreta de práctica de clase, y se leerán el próximo viernes día 31 de octubre.

domingo, 19 de octubre de 2014

Aforismos sobre enseñanza y aprendizaje

Recientemente ha publicado en El País el profesor y divulgador científico Jorge Wagenberg unos aforismos sobre la enseñanza y el aprendizaje. Selecciono los que más me han llamado la atención:
1. Educar no es llenar, sino encender.
3. Aprender tiene tres fases: el estímulo, la conversación y la comprensión, y con cada una de ellas existe la oportunidad para un gozo intelectual.
5. Conversar es escuchar antes de hablar: qué fácil, qué difícil.
6. Conversar no es esperar turno para continuar con lo que se estaba diciendo.
9. El gozo intelectual por comprensión ocurre en el momento exacto en el que uno descubre que dos cosas diferentes tienen algo en común.
10. Enseñar a alguien es llevarlo, de la mano de la conversación, hasta el borde mismo de la comprensión.
11. Enseñar no consiste en inyectar comprensiones, sino en señalar caminos para tropezarse con ellas.
14. Se puede estimular y conversar, pero comprender, lo que se dice comprender, se comprende siempre en la más estricta soledad.

24. Existe una inversión en la que siempre se gana y cuyo beneficio siempre cabe en el equipaje de mano, no se puede perder, ni nadie puede robar: la educación.  

sábado, 4 de octubre de 2014

Valores de se

Os pongo un link que os lleva a una explicación sobre los distintos valores de se. Aunque veáis numerados 6, son 7 tipos como vemos en clase, pues el último repite número. Única salvedad a hacer: el nº 5, que denominan dativo ético es el que yo denomino complemento de interés. Y el tercer subtipo del 4 (morfema pronominal = parte de verbo pronominal), el denominado "intensificador del verbo", entraría dentro del 5º tipo (complemento de interés). Espero que os sirva para repasar esta parte, algo complicada, de la gramática española.

http://www.materialesdelengua.org/LENGUA/morfologia/se/se.htm

jueves, 2 de octubre de 2014

El mito de Edipo en la cómica versión de Les Luthiers

Epopeya de Edipo de Tebas 


De Edipo de Tebas haciendo memoria 
os cuento la historia con penas y glorias, 
de Edipo de Tebas. 

Le dijo el oráculo, Edipo, tu vida 
se pone movida, serás parricida, 
le dijo el oráculo. 

Seguía diciendo, si bien yo detesto 
hablarte de esto, se viene, se viene un incesto, 
seguía diciendo. 

Sabiendo tal cosa, su padre, el rey Layo, 
veloz como un rayo le dijo a un lacayo, 
sabiendo tal cosa: 

Te irás con mi hijo, no quiero que crezca, 
haz tú que perezca como te parezca, 
te irás con mi hijo. 

Cumplida la orden, el muy desdichado, 
con los pies atados, quedóse, quedóse colgado, 
cumplida la orden. 

Edipo salvóse y a Layo matólo, 
peleandolo el solo al cielo enviólo, 
Edipo salvóse. 

Semanas más tarde, a Tebas avanza, 
resolver alcanza cierta adivinanza, 
semanas más tarde. 

La Esfinge de Tebas, al ser derrotada, 
se ofusca, se enfada, y se hace, y se hace pomada, 
la Esfinge de Tebas. 

Y sin darse cuenta, casado el está, 
con quien saben ya, su propia mamá! 
y sin darse cuenta... 

De sus propios hijos hay largas secuelas, 
y aunque esto le duela, Yocasta es abuela, 
de sus propios hijos. 

Edipo al saberlo en una entrevista 
con su analista se quita, se quita la vista, 
Edipo al saberlo. 

Al ver a una esfinge planteando un dilema, 
huid del problema cambiando de tema, 
al ver a una esfinge. 

Madres amantes, tomad precauciones 
con las efusiones de hijos varones, 
madres amantes. 

Por no repetir la historia nefasta 
de Edipo y Yocasta, lo dicho, lo dicho ya basta, 
por no repetir.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Magnífica caracterización del teatro de Chejov

Nos la trae Juan Eduardo Zúñiga en su libro sobre los escritores rusos:

la gran innovación que representó el teatro de Chejov era que fraccionaba la clásica línea argumental única, sustituida por varias historias con su propio desarrollo e importancia, imitación exacta de la simultaneidad de aconteceres que se da en la existencia humana. El creaba varios microargumentos que estructuraban el paisaje total de pasiones, ilusiones e impotencias; y en consecuencia, el protagonista central desaparecía y era absorbido en un conjunto de personajes cada cual con sus problemas y su mundo interior. Sin proponérselo, tácitamente, pues Chejov lo que hizo fue trasladar a su teatro su visión de la sociedad, representó en las postrimerías del siglo XIX un cambio de la concepción teatral, un cambio absoluto en el comportamiento de los actores y en la dirección de escena. Su teatro puso fin a la declamación, a los monólogos trascendentales, a los gritos y gestos desmesurados, según era el método convencional de las representaciones decimonónicas. A los argumentos tortuosos de situaciones equívocas, sorpresas, lances inesperados, Chejov opuso la sencillez de las relaciones cotidianas de personas de aparente vulgaridad que mantienen conversaciones triviales, como él mismo dijo al poeta Gorodetski: “Después de todo, la gente no se pasa el tiempo disparando, ahorcándose y declarando su amor, ni tampoco diciendo pensamientos profundos. Con más frecuencia comen, beben, flirtean y dicen tonterías. Esas cosas son las que deben verse en el escenario”.


            (“Antón Chejov y las gaviotas”, en Desde los bosques nevados, p. 37