martes, 29 de septiembre de 2009

La visión estética del japonés.

La contemplación esta tarde del film japonés "Despedidas", la película más hermosa, intensa y llena de emoción que he visto en mucho tiempo, y donde por supuesto, en un momento dado, aparecen los cerezos en flor, me trae a la memoria este pasaje del mexicano Alfonso Reyes sobre la visión estética del japonés.

"El Japón es un pueblo "en escala humana", ajeno a los terrores monstruosos que solemos considerar propios del Asia. Todos disfrutan igualmente de aquella civilización sobria y sucinta: la única verdadera, que es la civilización del sentimiento. La casa del Emperador se parece a la del labriego. Admirar los primeros brotes del cerezo es asunto que provoca casi una peregrinación; y el hombre que tira del carro se detiene, de pronto, para hacer notar a su señor la belleza del paisaje. "¿Cómo explicarse -se preguntaba cierta noche un japonés en París- que sea yo el único que ha salido a admirar el centelleo del río bajo la luna nueva?" Cuando las primeras nevadas, las mujeres no saben dónde arrojar las heces del té. Porque ¿quién se atrevería a manchar las primeras nieves? Dichoso el pueblo para quien el amor a la patria se confunde con el más alto ideal estético."

El trasfondo mitológico de algunas expresiones: la Manzana de la Discordia y el Juicio de Paris

La manzana de la discordia es una referencia a la manzana dorada de la discordia que, según la mitología griega, la diosa Eris destinó ‘para la más bella’ en la boda de Peleo y Tetis, encendiendo una egomaníaca disputa entre Hera, Atenea y Afrodita que terminaría llevando a la Guerra de Troya. Así, la «manzana de la discordia» se convirtió en el eufemismo para referirse al centro, núcleo o quid de un enfrentamiento, o para un asunto menor que podía llevar a una gran disputa.
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Eris, la diosa de la Discordia, molesta por no haber sido invitada a las bodas de Peleo, a la que habían sido convidados todos los dioses, urdió un modo de vengarse sembrando la discordia entre los invitados: se presentó en el sitio donde estaba teniendo lugar el banquete, y arrojó sobre la mesa una manzana de oro, que habría de ser para la más hermosa de las damas presentes. Tres diosas (Atenea, Afrodita y Hera) se disputaron la manzana produciéndose una gran confusión y disputa, que hubo de intervenir el padre de todos los dioses, Zeus.
Zeus decidió encomendar la elección a un joven mortal llamado Paris, que era hijo del rey de Troya. El dios mensajero, Hermes, fue enviado a buscarlo con el encargo del Juicio que se le pedía; localizó al príncipe-pastor y le mostró la manzana de la que tendría que hacer entrega a la diosa que considerara más hermosa. Precisamente por eso lo había elegido Zeus; por haber vivido alejado y separado del mundo y de las pasiones humanas. Así, se esperaba de él que su juicio fuera absolutamente imparcial.
Cada una de las diosas pretendió convencer al improvisado juez, intentando incluso sobornarlo. La diosa Hera, esposa de Zeus, le ofreció todo el poder que pudiera desear, o, también, el título de Emperador de Asia; Atenea, diosa de la inteligencia, además de serlo de la guerra, le ofreció la sabiduría o, según otras versiones, la posibilidad de vencer todas las batallas a las que se presentase; Afrodita, le ofreció el amor de la más bella mujer del mundo.
Paris se decidió finalmente por Afrodita, y su decisión hubo de traer graves consecuencias para su pueblo, ya que la hermosa mujer por la que Afrodita hizo crecer el amor en el pecho de Paris, era Helena, la esposa del rey de Esparta, Menelao; en ocasión del paso de Paris por las tierras de este rey, y después de haber estado una noche en su palacio, Paris raptó a la bella Helena y se la llevó a Troya.
Esto enfureció a Menelao y éste convocó a los reyes aqueos como Agamenón, su hermano, que fue nombrado comandante en jefe de la expedición que, con otros muchos héroes (Odiseo, Ayax, Aquiles...), fue a asediar la ciudad de Troya, hecho que se narra en la Ilíada de Homero.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Un pasaje hechicero de José Lezama Lima

¿Lo que más admiro en un escritor? Que maneje fuerzas que lo arrebaten, que parezca que van a destruirlo. Que se apodere de ese reto y disuelva la resistencia. Que destruya el lenguaje y que cree el lenguaje. Que durante el día no tenga pasado y que por la noche sea milenario. Que le guste la granada que nunca ha probado y que le guste la guayaba que prueba todos los días. Que se acerque a las cosas por apetito y que se aleje por repugnancia.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Eugenio D´Ors sobre Goethe

Es imposible hablar de Goethe tranquilamente. Lo estorba una cosa dura de confesar, pero imposible de desconocer.
Estorba la envidia.
La envidia peor, porque no se refiere a los atributos, sino a la substancia. Generalmente se les envidia a las grandes figuras alguna propiedad o cualidad. Uno aspira a tener de ellos el don eminente o el botín precioso, pero sin dejar de ser uno mismo. Así Virgilio envidió la gloria de Homero, y Temístocles, cuando joven, veía turbados sus sueños por las victorias de Milciades… Pero la pasión respecto a Goethe se hace más grave, porque tienta a la blasfemia de renunciar a la propia personalidad.
Quisiéramas hablar como Demóstenes, escribir como Boccaccio, pintar como Leonardo, saber lo que Leibniz, tener, como Napoleón, un vasto imperio, o como Ruelbeck, un jardín botánico… Quisiéramos ser Goethe.
Todas las almas olímpicas ven en este olímpico la imagen de ellas mismas elevada al máximo de poder, de gloria y de serenidad.

Programa Literatura Universal

Literatura Universal

1. Características del examen

A) Consideraciones generales

La prueba constará de dos opciones cerradas, de las que deberá escogerse una. Cada una de las opciones ofrecerá un texto, extraído de las obras propuestas abajo, y vinculado a los núcleos de contenidos establecidos en el Decreto 102/2008, de 11 de julio (DOCV de 15 de julio).
Los alumnos habrán de responder argumentadamente a cuatro cuestiones en total. Tres cuestiones estarán basadas en el análisis del texto propuesto; irán de lo más específico a lo más general, guiarán el comentario, y podrán versar sobre los siguientes asuntos: tema del texto, rasgos estéticos y disposición estructural, inserción del texto en el conjunto de la obra, sentido de la misma, semblanza estética del autor y repercusión de éste en la historia literaria... La cuarta cuestión será de carácter teórico, y reproducirá literalmente un epígrafe de los contenidos en la sección siguiente, de entre los del tema al que corresponda el texto comentado.

B) Epígrafes teóricos y lecturas propuestas

1. Las literaturas en la Antigüedad
1.1. El mito en la formación de los poemas homéricos.
1.2. El teatro griego: la tragedia.
1.3. Los grandes poetas latinos: Virgilio, Horacio, Ovidio.
1.4. La Biblia y su repercusión literaria.
Lectura: Sófocles, Edipo rey, Cátedra / Edip rei, La Magrana.

2. Formación literaria de la conciencia europea (hacia el Renacimiento)
2.1. La épica medieval.
2.2. La poesía de los trovadores.
2.3. El mundo medieval en un libro: Divina comedia.
2.4. La prosa narrativa: Boccaccio y otros autores.
Lectura: Dante, Divina comedia (“El Infierno”, cantos I-VIII), Espasa Calpe / Divina comèdia (“L’ Infern”, cants I-VIII), Proa.

3. La entrada en la Edad Moderna (siglos XVI y XVII)
3.1. La lírica petrarquista en el Renacimiento y el Barroco.
3.2. Teatro clásico francés.
3.3. El teatro isabelino: Shakespeare.
3.4. Cervantes y los orígenes de la novela moderna.
Lectura: Shakespeare, Hamlet, Espasa Calpe / Hamlet, Vicens Vives.

4. Ilustración, revolución romántica, contestación realista
4.1. Ilustración y Neoclasicismo.
4.2. Romanticismo europeo.
4.3. La salida del Romanticismo: la novela realista y naturalista.
Lectura: Flaubert, Madame Bovary, Alianza / Madame Bovary, Proa.

5. Crisis finisecular y siglo XX: poesía y teatro
5.1. Simbolismo y modernidad poética: autores más relevantes.
5.2. El espíritu de la vanguardia: el Surrealismo.
5.3. Reacción contra el teatro clásico: teatro épico y del absurdo.
Lectura: Baudelaire, Las flores del mal (“Spleen e ideal”), Cátedra / Les flors del mal (“Spleen i ideal”), Edicions 62.

6. La novela en el siglo XX
6.1. Renovación narrativa de principios del siglo XX: Kafka, Proust, Joyce, Thomas Mann.
6.2. La novela estadounidense: la “Generación perdida”.
6.3. La narrativa hispanoamericana: el realismo mágico.
Lectura: Kafka, La metamorfosis, Alianza / La metamorfosi, Vicens Vives.


2. Criterios de corrección

En la prueba de acceso se atenderá al grado de consecución de los objetivos siguientes:
a) Caracterizar algunos momentos importantes en la evolución de los grandes géneros literarios (narrativa, poesía, teatro), relacionándolos con las ideas estéticas dominantes y las transformaciones artísticas e históricas.
b) Analizar y comentar obras breves y fragmentos significativos de distintas épocas, interpretando su contenido de acuerdo con los conocimientos adquiridos sobre temas y formas literarias, así como sobre periodos y autores.
c) Identificar y analizar las técnicas poéticas, narrativas y dramáticas, así como los principios temáticos y rasgos estéticos que las conforman.
d) Valorar las obras literarias como punto de encuentro de ideas y sentimientos colectivos y como instrumentos para acrecentar el caudal de la propia experiencia.
e) Realizar análisis comparativos de textos de la literatura universal con otros de la literatura en valenciano y castellano de la misma época, poniendo de manifiesto las influencias, las coincidencias o las diferencias que existen entre ellos.
f) Reconocer la influencia de algunos mitos y arquetipos creados por la literatura y su valor permanente en la cultura universal.
g) Poner ejemplos de obras significativas de la literatura universal adaptadas a otras manifestaciones artísticas, analizando en alguno de ellos la relación o diferencias entre los diferentes lenguajes expresivos.

En la valoración del ejercicio se tendrá en cuenta la comprensión lectora del estudiante en su aplicación al análisis del texto, la información aportada y su personalización, la captación de las relaciones con temas contiguos y de la importancia de la obra en la historia literaria y cultural, la estructuración de la respuesta, la capacidad de síntesis, la precisión terminológica y, en fin, la calidad expositiva (coherencia, cohesión, corrección gramatical y ortográfica).
Los errores en la redacción del examen, atendiendo a los anteriores aspectos, supondrán una disminución gradual en la calificación del ejercicio hasta un máximo de 2 puntos.


3. Currículo de la materia

El currículo de la materia, con sus correspondientes núcleos de contenidos, se establece en el Decreto 102/2008, de 11 de julio (DOCV de 15 de julio).

viernes, 18 de septiembre de 2009

Lluvia en Valencia

Ayer llovió en Valencia y me mojé hasta los tuétanos. Recordé el poema de Rodríguez y no he podido dejar de copiarlo, máxime cuando sólo se encuentra en la web en formato PDF y, por tanto, no copiable. Estoy haciendo, pues, al colgarlo, un pequeño servicio a la humanidad. Ahí va:

LLUVIA Y GRACIA

Desde el autobús, lleno
de labriegos, de curas y de gallos,
al llegar a Palencia,
veo a ese hombre.
Comienza a llover fuerte, casi arrecia,
y no le va a dar tiempo
a refugiarse en la ciudad. Y corre
como quien asesina. Y no comprende
el castigo del agua, su sencilla
servidumbre; tan sólo estar a salvo
es lo que quiere. Por eso no sabe
que le crece como un renuevo fértil
en su respiración acelerada,
que es cebo vivo, amor ya sin remedio,
cantera rica. Y, ante la sorpresa
de tal fecundidad,
se atropella y recela;
siente, muy en lo oscuro, que está limpio
para siempre, pero él no lo resiste;
y mira, y busca, y huye,
y, al llegar a cubierto,
entra mojado y libre, y se cobija,
y respira tranquilo en su ignorancia
al ver cómo su ropa
poco a poco se seca.

Claudio Rodríguez

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Para retomar el curso

Lo primero este curso un recuerdo cariñoso a esos antiguos alumnos (algunos de hace más de veinte años) de quienes he recibido tantas muestras de afecto este verano: Ángeles Hueso, Carles Llorens, Adela Codoñer, Carmen Sánchez (que siempre está ahí, cerca).
El poema de esta semana procede de unos que me envió Carles, el gran Carles.