martes, 23 de septiembre de 2014

Jacob lucha con el ángel


Quedóse Jacob solo, y hasta rayar la aurora estuvo luchando con él un hombre, el cual, viendo que no le podía, le dio un golpe en la articulación del muslo, y se relajó el tendón del muslo de Jacob luchando con él.
 El hombre dijo a Jacob: “Déjame ya que me vaya, que sale la aurora.” Pero Jacob respondió: “No te dejaré ir si no me bendices.”
El le preguntó: “¿Cuál es tu nombre?” “Jacob,” contestó éste.
Y él le dijo: “No te llamarás ya en adelante Jacob, sino Israel, pues has luchado con Dios y con hombres y has vencido.”
Rogóle Jacob: “Dame, por favor, a conocer tu nombre”; pero él le contestó: “¿Para qué preguntas por mi nombre?”; y le bendijo allí."
Jacob llamó a aquel lugar Peniel, pues dijo: “He visto a Dios cara a cara y ha quedado a salvo mi vida.”
Salía el sol cuando pasó de Panuel, e iba cojeando del muslo.

(Génesis, 32; 25-32: versión Nácar-Colunga)

Ilustro este sobrecogedor texto con un par de imágenes: el grabado de Gustavo Doré y la poderosa pintura de Delacroix que se puede contemplar en una capilla de la iglesia de San Sulpice, en París.




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