DE nuevo traigo una voz amiga a las páginas del blog. Un texto de Javier García Gibert, amigo entrañable, sobre su biblioteca, que ya nos ofreció a los amigos, hace más de veinte años, en La guerra de los treinta (años que cumplíamos por entonces, se entiende) y que, ahora, vuelve a incorporar en su libro más reciente.
“A veces paseo por mi biblioteca, como un monarca por sus dominios.
Enciendo un cigarrillo, me siento en la mecedora y contemplo, mientras me
balanceo, mis existencias (¿o cabría, sencillamente, decir mi existencia?).
Vago la vista por ese paisaje tranquilo y variado de los libros y desde lejos
los reconozco, como el señor conoce sus tierras: esta loma, ese cortado,
aquella encina... Luego me levanto y me demoro en algún sector o estante de la
biblioteca, recorro con el índice los lomos, calibro la armonía de colores y
formatos, enjuicio el valor intrínseco de lo que tengo (las presencias, las
ausencias), me cercioro del orden de los ejemplares, calculo la oportunidad de
tal ligera permuta, de tal sutil modificación para que mejore el rigor, la
cronología o simplemente la estética. Nadie sabe hasta qué punto me son
relevantes esos detalles, esas minucias inapreciables para cualquier
observador. Extraigo un volumen, lo sopeso (hace tiempo, quizá, que no lo he
tocado), tal vez lo abro o tal vez no; me basta a menudo con el reconocimiento
externo del objeto físico en su modestia, con el recuerdo, también, -si es que
lo tengo- de sus prestaciones intelectuales, y acaso evoco fugazmente el lugar
o el motivo o las peripecias de su adquisición; luego lo encajo de nuevo entre
sus compañeros, evaluando, quizá, si, en efecto, condice con los inmediatos
libros que lo flanquean. Obviamente, no me refiero a si está en la sección
adecuada -que sí lo está- sino a si armoniza con los vecinos, a si está -por
así decirlo- en el sitio exacto, en ese lugar único y preciso que quizá ya
vislumbré en el momento de comprarlo...”.
JAVIER GARCÍA GIBERT, De la
soltería. Reflexiones libres sobre la vida célibe, Biblioteca Nueva,
Madrid, 2014, pág. 304.
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