jueves, 9 de enero de 2014

Comienzos de novela



Veo en un blog un post dedicado a este asunto, y copio algunos de los comienzos de novela que trae. Muchos de ellos son enormemente sugestivos e irresistibles. Después de leerlos, no puedes dejar el libro ya hasta que no lo acabas:

“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor”.
Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes.

 
“Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto”.
La metamorfosis, Franz Kafka.

 “Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo: ‘Falleció su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias’. Pero no quiere decir nada. Quizá haya sido ayer”.
El extranjero, Albert Camus.

“Durante mucho tiempo, me acosté temprano”.
En busca del tiempo perdido, Marcel Proust.

“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre le llevó a conocer el hielo”.
Cien años de soledad, Gabriel García Márquez.

“Llamadme Ismael”.
Moby-Dick, Herman Melville.

“Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos paladar abajo para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta”.
Lolita, Vladimir Nabokov.


“Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne”.
El túnel, Ernesto Sabato.

“Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí y demás puñetas estilo David Copperfield, pero no me apetece contarles nada de eso”.
El guardián entre el centeno, J.D. Salinger.

“El día que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo”.
Crónica de una muerte anunciada, Gabriel García Márquez.

“Estás a punto de empezar a leer la nueva novela de Italo Calvino, Si una noche de invierno un viajero”.
Si una noche de invierno un viajero, Italo Calvino.

“Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada”.
Ana Karenina, León Tolstói.

 “Las cosas podían haber acaecido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron así”.
El camino, Miguel Delibes.

“Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”.
Pedro Páramo, Juan Rulfo.

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