Nunca había leído un libro con el lomo tan terso. Tampoco había practicado jamás una lectura tan ávida. Parecía como si, penetrando su profundidad, se accediera a un fondo de luz, como si mi trayecto a través de su tipografía - muslos, axilas, pestañas- condujera a las profundas cavernas del sentido. Nada más ilusorio por mi parte. Al final del camino, proceso de lectura o coito, sólo se encontraba una espuria mezcolanza de humores dispares.
(texto de juventud)
2 comentarios:
espuria mezcolanza de humores dispares....
¿Puedes ser más explícito? jajajajajaja
Es propio de la creación la tendencia a lo implícito. Ya sé quién eres, ex-combatiente del Camp de Morvedre. Un saludo.
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