A
don Francisco Giner de los Ríos
(Campos
de Castilla,
CXXXIX)
Como
se fue el maestro,
la
luz de esta mañana
me
dijo: Van tres días
que
mi hermano Francisco no trabaja.
¿Murió?
. . . Sólo sabemos 5
que
se nos fue por una senda clara,
diciéndonos:
Hacedme
un
duelo de labores y esperanzas.
Sed
buenos y no más, sed lo que he sido
entre
vosotros: alma. 10
Vivid,
la vida sigue,
los
muertos mueren y las sombras pasan;
lleva
quien deja y vive el que ha vivido.
¡Yunques,
sonad; enmudeced, campanas!
Y
hacia otra luz más pura 15
partió
el hermano de la luz del alba,
del
sol de los talleres,
el
viejo alegre de la vida santa.
.
. .Oh, sí, llevad, amigos,
su
cuerpo a la montaña, 20
a
los azules montes
del
ancho Guadarrama.
Allí
hay barrancos hondos
de
pinos verdes donde el viento canta.
Su
corazón repose 25
bajo
una encina casta,
en
tierra de tomillos, donde juegan
mariposas
doradas . . .
Allí
el maestro un día
soñaba
un nuevo florecer de España.
Baeza,
21 febrero 1915
El
poema que escribe Antonio Machado a quien fue su maestro en la
Institución Libre de Enseñanza, Francisco Giner de los Ríos, y que
fecha en Baeza a los tres días de su fallecimiento, constituye un
panegírico elegíaco, esto es, un poema de elogio a un muerto.
En
cuanto a su estructura externa se trata de una silva (que alterna
versos de 7 y 11 sílabas), romanceada en cuanto a su rima (los pares
en a-a). En cuanto a la estructura interna, podemos distinguir dos
grandes partes, que no coinciden con la separación tipográfica
usual en las ediciones críticas, por ejemplo la de Geoffrey Ribbans
en Cátedra (separación entre verso 14 y 15):
1ª
parte (vs 1-18): narración del tránsito
de Giner
(entendiendo
tránsito
especialmente en su acepción séptima del diccionario de la RAE:
muerte de las personas santas o virtuosas, y especialmente de la
Virgen María)
2ª
parte (vs. 19-30): apóstrofe del poeta, dirigida a sus
amigos, a modo de optación, a propósito del traslado del
cuerpo de Giner.
1ª
– La he denominado tránsito
(paso de un lugar a otro / muerte de las personas santas o
virtuosas), porque es así como se nos presenta la muerte de Giner:
Como
se fue
el maestro
¿Murió?
… Sólo sabemos
que
se nos fue
por una senda clara.
Y
hacia otra luz más pura
partió
el hermano de la luz del alba.
La
única referencia explícita a la muerte aparece entre interrogantes,
mientras que se insiste por tres veces en verbos que indican la idea
de tránsito (se fue
/ se nos fue
/ partió);
incluso por el contexto (por
una senda clara /
hacia otra luz más
pura / la
luz de esta mañana me dijo)
se puede sostener la idea de tránsito en sentido religioso, puesto
que, como veremos, muchas son las notas que en el poema apuntan hacia
esta idea.
Pero
vayamos por partes:
El
poeta recibe la noticia del tránsito de Gner por medio de la luz,
quien (a través de una personificación o prosopopeya) se le dirige
y le habla:
Van
tres días / que
mi
hermano Francisco no trabaja.
Varias
cosas que comentar:
-
la personificación,
que coadyuva a la magnificación del personaje (al igual en que en el
poema de Rubén Darío sobre Caupolicán, en que el punto final a su
proeza de cargar un tronco durante todo un día lo pone la Aurora,
que le habla:
la
Aurora dijo “Basta”,
/ e irguióse la
alta frente del gran Caupolicán).
Son
tan grandes estos individuos (Giner, Caupolicán) que la propia
Naturaleza se interesa por ellos.
-
fechación del
poema: tres
días. Giner había
muerto el 18 de febrero de 1915, y Machado fecha su poema el 21 de
febrero.
En
carta a Ortega y Gasset, a principios de marzo de 1915, escribe
Machado: “Mis versos al maestro querido están hechos con gran amor
y superando el dolor que me produjo su muerte.”
(El
poema se publicaría en la revista España,
que dirigía Ortega, el 26 de febrero de 1915.)
-
se nos presenta a Giner bajo un halo de franciscanismo
panteísta.
La
denominación de hermano
Francisco remite al
juglar de Dios, San Francisco de Asís que, en el Cántico
de las criaturas
habla del hermano
sol, hermana
luna, y en las Florecillas hasta del hermano
lobo…
El
toque panteísta viene dado por el posesivo mi
puesto en boca de la luz:
hermandad de todos los seres y elementos del universo.
-
por último, la referencia a la laboriosidad,
hasta el punto de identificar vida = trabajo.
Es
importantísima, porque en gran medida el poema lo que va a proyectar
es la figura de ese santo
trabajador (laico)
que fue Giner, el más representativo de los regeneracionistas.
Después
de esta presentación sintética de la figura de Giner integrada en
la narración del tránsito, aparece la voz de éste en ese preciso
momento: en otras palabras, el mensaje de Giner, vía Machado, que
ocupará ocho versos (del 7 al 14).
Aquí
los verbos aparecerán en imperativo,
para mostrar de forma clara la voluntad de Giner (hacedme
/ sed
/ sed
/ vivid
/ sonad
/ enmudeced).
Como es lógico, en la anterior subparte narrativa la tónica verbal
dominante era el pretérito perfecto simple.
El
mensaje de Giner se centra en dos aspectos que destacábamos antes:
la laboriosidad
(que notaremos X) y la santidad
(laica) (que
notaremos Y).
Pide
un duelo de labores
(X)
y esperanzas (Y).
Recomienda
bondad (Y):
sed
buenos y no más, sed
lo que he sido
entre
vosotros: alma.
La
palabra alma
habría que leerla en un doble sentido:
(Y)
espiritualidad, bondad (lo contrario de desalmado, por ejemplo).
(X)
persona que anima o promueve algo: ser el alma
(no el alma mater,
que es un disparate léxico) de una empresa (como lo fue Giner de la
Institución Libre de Enseñanza).
Y
su mensaje también de vida, que puede servir para justificar la duda
del poeta sobre la muerte del maestro:
los
muertos mueren y las sombras pasan;
lleva
quien deja y vive el que ha vivido.
De
lo que se desprende que la muerte sólo afecta a los muertos en vida;
y que, en cambio, los que han hecho de su vida entrega (lleva
quien deja)
continúan en una cierta forma de vida (vive
el que ha vivido).
Estas palabras en boca de Giner encierran una concepción de la vida
en cierto modo panteística, y desde luego ajena a los cánones
ortodoxos de vida y muerte.
Un
último verso, perfectamente bimembre y antitético, donde parece que
asistimos a la síntesis del mensaje de Giner:
Yunques,
sonad; enmudeced, campanas.
Hay
una oposición entre la llamada al trabajo (yunques
X) y el postergamiento
de la iglesia (campanas)
en tanto que regidora de la vida de las sociedades. Por eso hemos
hablado tanto de santidad
laica
a propósito de Giner. No hay que olvidar que fundó la Institución
Libre de Enseñanza, la
primera institución de enseñanza laica en nuestro país, y que por
ello fue duramente atacado por la Iglesia.
Se
concluye esta primera parte con la narración final del tránsito de
Giner, insistiendo en los componentes de laboriosidad
(X: el hermano de la
luz del alba, / del
sol de los talleres,)
y santidad
(Y: el viejo alegre
de la vida santa.).
Todo
ello rodeado de un halo de panteísmo (hacia
otra luz más pura).
Reparemos en que no se presenta la oposición cristiana de oscuridad
(tierra) / luz (cielo); sino otra
luz más pura desde
la luz del alba
y el sol de los
talleres:
esto es, una cierta continuidad, que caracterizaría a la concepción
panteísta.
Y
ya podemos pasar a la 2ª parte: el Apóstrofe-optación
del
poeta en relación a la inhumación del cuerpo de Giner.
Comienza
de forma exclamativa y afirmativa, seguida de un imperativo. El poeta
no hace sino confirmar la decisión de los amigos de Giner (y suyos)
en relación con su entierro. Es curioso que no habla de cementerios,
ni de ceremonias fúnebres, sino que propone su traslado a las
montañas, a
los azules montes / del ancho Guadarrama.
La referencia al Guadarrama tiene un doble valor: 1) por un lado, no
se puede encerrar a un ser de la vitalidad de Giner en los estrechos
límites de un cementerio: su concepción vital y panteísta aconseja
elegir el Guadarrama ilimitado y su geografía de barrancos, pinos,
encinas, tomillos… 2) por otra, tiene un valor más anecdótico:
Giner, en la Institución
Libre de Enseñanza, fue
el promotor del excursionismo como labor pedagógica, que solían
realizar frecuentemente en la sierra de Guadarrama.
Se
puede ya concluir el mensaje con otra referencia anecdótica que
sintetiza la figura de Giner:
Allí
el maestro u día
soñaba
un nuevo florecer de España.
Acaba
el poema como empezó, en cuanto a la denominación de Giner:
maestro.
Tal como lo vio Machado siempre: en 1917, en un boceto autobiográfico
para la 1ª edición de sus Poesías
completas,
escribe: “me eduqué en la Institución
Libre de Enseñanza. A
sus maestros guardo vivo afecto y profunda gratitud.”
El
verso final nos lega, por fin, una imagen
de Giner
como patriota regeneracionista:
soñaba
un nuevo florecer de España.
En
conclusión, poema muy distinto al dedicado a José María Palacio
(solía comentar en clase este poema detrás del dirigido al amigo
soriano): si en aquel se trataba de una concepción profundamente
lírica, preñada de la nostalgia soriana y del recuerdo doloroso de
su esposa muerta, aquí se trata de un poema cívico, casi social
diría, donde se apuntan unos valores (regeneracionismo,
laboriosidad, bondad, laicismo) que nos permiten ver al Machado
preocupado por la realidad social de su época, y que le conduciría
a estar siempre “a la altura de las circunstancias”.
N.B. En breve publicaré unas notas complementarias a este comentario sobre la santidad laica y el franciscanismo.
N.B. En breve publicaré unas notas complementarias a este comentario sobre la santidad laica y el franciscanismo.
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