-
espada
de Damocles:
amenaza constante que siente una persona: Cicerón cuenta la historia
de un adulador llamado Damocles, que le ponderó al rey Dionisio de
Siracusa el lujo y placer en que vivía; este se lo dio
a
probar, pero con una espada a su espalda, que pendía de un hilo, y
era por tanto una amenaza constante.
-
dédalo:
en el sentido de “laberinto” (por ejemplo, “caminaban por un
confuso dédalo de calles”), procede del personaje mitológico
Dédalo
(padre de Ícaro), gran artífice, una de cuyas obras fue el
laberinto de Creta.
-
deletéreo:
mortífero. Procede del latín “letum” (= muerte), pero este de
Lete o Leteo,
río del Hades (mundo de los muertos), cuyas aguas causaban el olvido
de todo. (Palabras como letal,
letargo,
letárgico
tienen el mismo origen.)
-
dionisíaco:
lo institntivo, arrebatador, orgiástico, en oposición a apolíneo.
De Dionisos,
dios del éxtasis.
-
ser un donjuán:
seductor de mujeres. Procede del personaje Don
Juan Tenorio,
de la obra El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina, con infinidad
de posteriores versiones (Molière, Mozart, Zorrilla…). Es mito
moderno (s. XVII).
-
eco:
repetición del sonido por reflexión de las ondas en un obstáculo.
Del mito de Narciso y la
ninfa
Eco,
a
quien la diosa Hera había condenado a repetir siempre las últimas
palabras de aquello que se dijera.
-
edénico:
algo puro, elemental. Precede del edén,
paraíso terrenal donde vivieron Adán y Eva, y del que fueron
expulsados.
-
energía eólica:
procedente del viento. Por Eolo,
dios del viento.
-
erotismo:
relativo al amor y los placeres sexuales. Por Eros,
dios griego del amor (el Cupido de los latinos).
-
estentóreo:
referido
a la voz, muy fuerte y retumbante. Por Estentor,
personaje de la Ilíada,
que tenía una voz muy potente.
-
Europa:
nuestro continente toma su nombre de la mítica Europa,
mujer fenicia, de quien se prendó Júpiter, y a quien raptó
metamorfoseándose en un toro (el rapto de Europa).
No hay comentarios:
Publicar un comentario