viernes, 6 de mayo de 2011

Un ejemplo de monólogo interior o corriente de conciencia en La colmena de Cela

Martín Marco, que sin llegar a ser el protagonista (pues es una obra de protagonismo múltiple) es el personaje más destacado de la obra, y que por haber pertenecido durante la República a la Federación Universitaria de Estudiantes, sindicato estudiantil de izquierdas, corre peligro de ser depurado en la post-guerra franquista, se ha encontrado con un policía que le ha pedido sus papeles. El policía tenía un diente de oro. Cuando se vuelve a quedar solo Martín Marco, atemorizado, se sumerge en un monólogo interior o corriente de conciencia, del que cito sólo el comienzo:


Martín empieza a pensar muy deprisa.
- ¿De qué tengo yo miedo? ¡Je, je! ¿De qué tengo yo miedo? ¿De qué, de qué? Tenía un diente de oro. ¡Je, je! ¿De qué puedo tener yo miedo? ¿De qué, de qué? A mí me haría bien un diente de oro. ¡Qué lucido! ¡Je, je! ¡Yo no me meto en nada! ¡En nada! ¿Qué me pueden hacer a mí si yo no me meto en nada! ¡En nada! ¡Je, je! ¡Qué tío! ¡Vaya un diente de oro! ¿Por qué tengo yo miedo? ¡No gana uno para sustos! ¡Je, je! De repente, ¡zas! ¡un diente de oro! ¡Alto! ¡Los papeles! Yo no tengo papeles. ¡Je, je! Tampoco tengo un diente de oro. Yo soy Martín Marco. Con diente de oro y sin diente de oro (…)

Camilo José Cela: La colmena, capítulo 4.

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