miércoles, 12 de mayo de 2010

El comienzo de La Metamorfosis

Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto. Estaba tumbado sobre su espalda dura, y en forma de caparazón y, al levantar un poco la cabeza veía un vientre abombado, parduzco, dividido por partes duras en forma de arco, sobre cuya protuberancia apenas podía mantenerse el cobertor, a punto ya de resbalar al suelo. Sus muchas patas, ridículamente pequeñas en comparación con el resto de su tamaño, le vibraban desamparadas ante los ojos.

«¿Qué me ha ocurrido?», pensó.

No era un sueño.

(Franz Kafka)

2 comentarios:

Ana Karenina dijo...

Qué bueno! Chapeau! Bravo a la mejor forma que conozco de comenzar una narración. Aplaudiría hasta con las orejas.
Me gusta la foto de Faulkner.
Ana.

Ana Karenina dijo...

Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo: "Falleció su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias." Pero no quiere decir nada. Quizá haya sido ayer.

A. Camus: El extranjero.

Este comienzo también "nos despierta de un puñetazo en el cráneo". También nos inspira temor y temblor. Nuestro pobre y querido Meursault...
Ana (encore!).