domingo, 27 de octubre de 2024

Rinocerontes en el autobús

 

Desde hace algunos meses vengo observando, con consternación, una práctica en los autobuses que me sorprende. Se trata de jóvenes principalmente. Entran en el transporte público y, sin importar adónde vayan (tal vez a la última parada), se sitúan en las puertas. Allí sacan sus dispositivos móviles, agachan la cabeza y se ponen a wasapear, jugar con videojuegos o escuchar música o a algún youtuber o influencer. Cuando llegan a las paradas no se mueven ni se giran para mirar si alguien se dispone a bajar. De manera que muchas veces se desciende del autobús con notable dificultad. A mí me ha tocado recientemente escabullirme –para bajar- entre dos que ocupaban los dos lados de la puerta. También vi, hace unas semanas, una pareja que ocupaba la puerta. Tras dos o tres paradas de generar molestias considerables, la chica tuvo una idea feliz: le indicó a su compañero que el lado opuesto estaba libre y que se podrían situar allí, lo que finalmente hicieron. Parece que a la nueva generación le cuesta mucho entender ciertos códigos que, tradicionalmente, eran de dominio común, como el hecho de que sólo se debe colocar uno en la puerta del autobús cuando piensa descender en la siguiente parada. Eugène Ionesco debió entrever algo de lo que comento.

 

lunes, 14 de octubre de 2024

Carlos Fuentes entre Maupassant y Cortázar: "Chac Mool" y el relato como montaje

 

(Como no consigo acceder por Internet a las páginas de la Revista Espéculo -digital- de la Universidad Complutense de Madrid, donde se publicó este ensayo, lo traigo al blog, para que así pueda ser consultado por los interesados en la narrativa breve de Carlos Fuentes. Imprescindible leer el relato [https://ciudadseva.com/texto/chac-mool/] antes de prestar atención al análisis que sigue.)

 

                    La tarea de representación reviste, pues, en Ribalta, el carácter de un montaje. Exagerando un poco, se podría incluso afirmar que Bruno tiene una visión dureriana en un cuadro rafaelesco.

Victor L. Stoichita: El ojo místico. Pintura y visión religiosa en el Siglo de Oro español.

 

"Chac Mool", que pertenece al primer libro de Carlos Fuentes, Los días enmascarados (1954), es un relato que goza de gran consideración: no sólo que el propio Fuentes lo estimara como "el mejor cuento del volumen" (Harss, 349) y que señalara que estaba recogido en la Antología del cuento mexicano, sino que también fue el seleccionado de ese primer volumen para la colección de narraciones de Fuentes Cuerpos y ofrendas. A su vez daba título a otra colección de relatos cortos del autor que publicó Salvat, prologada por José Donoso: Chac Mool y otros cuentos.

Ahora bien, el general reconocimiento de que se trata de uno de los mejores relatos del autor no va acompañado por una paralela atención crítica. En muchos de los estudios sobre al autor se lo despacha brevemente con alguna alusión a la pervivencia del pasado prehispánico en el México actual, y poco más.