viernes, 9 de julio de 2021

El pintor Antonio López habla de Clarín y Galdós

 

Leo, en una entrevista reciente a Antonio López, lo siguiente:


XL. ¿Le queda tiempo para leer?

A.L. Siempre leo antes de dormir, hacia las once o antes. Me llevo a la cama dos o tres libros. Anoche leí un poco a Josep Pla, Viaje en autobús, que trata de cosas aparentemente sin importancia, pero escribe muy bien. Pero el último libro importante que he leído es La Regenta. Lo leí hace muchísimos años y ahora me ha parecido inmisericorde, no deja títere con cabeza. No me gustan los que miden a la baja todo el tiempo. Como es inteligente, mete el dedo en el ojo muy bien metido. Me gusta más Fortunata y Jacinta; Galdós es más generoso que Clarín.


martes, 6 de julio de 2021

NOSTRUM MARE CAMERATA, presentación en el teatro Olympia de Valencia

 

Da gusto ver crecer a Jacobo Christensen. Desde la primera vez que lo escuché, en el Instituto donde yo daba clase y él las tomaba, tendría entonces 13 o 14 años, me convertí en un admirador suyo. Primero lo escuchaba en las celebraciones del centro, más tarde en el concierto (inolvidable) que llevó a cabo, con su amigo y pianista Carlos Apéllaniz, en la capilla de la Universidad vieja de Valencia, para despedirse del centro educativo donde había estudiado los últimos años de su vida. Con el tiempo ya lo he visto en los espacios habituales de la ciudad: desde el Ateneo, al Almudín, pasando por el Palau de la Música o les Arts. Siempre me ha sorprendido lo bien que toca el violín, pero también el gusto que tiene para confeccionar los programas, su profundo conocimiento musical.

Ayer me volvió a sorprender, ya que ha puesto en pie un proyecto de música de cámara, Nostrum Mare Camerata, que se presentaba en el teatro Olympia de Valencia. Pero ahora con un doble papel, el de violinista, pero también el de director, siendo este último el preponderante. Se trata de un grupo de jóvenes entusiastas que ejecutan la música con una entrega total, y eso se nota en los resultados, que son espléndidos. Puede que hubiera ayer en el Olympia muchos familiares y amigos, incondicionales, pero todos disfrutaron de lo lindo, y entiendo que abandonaron el teatro porque no había otra, y que se hubieran quedado un buen rato más sintiendo y gozando la música.