No parece que Carlos IV fuera un ser de muchas luces; sin embargo, la anécdota que cito a continuación constituye un ejemplo de vivo ingenio. La tomo de la Historia de la gastronomía española, de Manuel Martínez Llopis:
"Visitando el monarca una de las principales bodegas [de Jerez de la Frontera], le dio a probar su dueño uno de los excelentes vinos que aquellos toneles encerraban.
- Son muy buenos -dijo Carlos IV.
- Superiores los tengo -replicó el cosechero, creyendo contestar una galantería.
- Pues, hijo mío -respondió con sorna el Rey-, guárdalos para mejor ocasión."
lunes, 29 de enero de 2018
lunes, 15 de enero de 2018
Jane Eyre: una nota sobre la traducción
Cuando empecé a leer Jane Eyre, en la antigua traducción de la colección Austral, que firma Juan G. de Luaces, aparte del tamaño de la letra, que hacía la lectura sumamente dificultosa para mi presbicia, percibí rápidamente que se trataba de una versión bastante deficiente, con tendencia a eliminar fragmentos y cualquier rasgo de expresividad verbal a que se entregue la autora. Me pasé a la traducción de Elizabeth Power (en Alianza Editorial y Cátedra Letras Universales), que resulta espléndida esencialmente por su fidelidad al texto de base.
Veamos de muestra sólo un botón.
Leemos, hacia el final de la novela, cuando St. John -que piensa marcharse a India de misionero- lleva a pasear a Jane por los alrededores de la casa que comparten, Moor House, en la versión de Elizabeth Power:
"- Lo volveré a ver -dijo en voz alta-, en mis sueños, cuando duerma a orillas del Ganges, y otra vez, más adelante, cuando me embargue un sueño más profundo en las orillas de un río más oscuro."
Resulta enormemente sugestiva la declaración, llena de nostalgia futura, y con esa alusión final a la muerte tan sutilmente traída.
Veamos como lo traduce de Luaces:
"No volveré a ver esto más, sino en sueños -dijo-, cuando duerma a orillas del Ganges o de algún río más remoto aún."
Donde toda la sugestión de la muerte desaparece y se convierte en mera referencia geográfica. Pero es que el original inglés reza así:
‘And I shall see it again,’ he said aloud, ‘in dreams when I sleep by the Ganges: and again in a more remote hour—when another slumber overcomes me—on the shore of a darker stream!’
Como podemos ver, la traducción de Austral resulta de una carencia de sensibilidad preocupante, mientras que la fidelidad de Elizabeth Power al original hace que toda su fuerza quede trasmitida.
Veamos de muestra sólo un botón.
Leemos, hacia el final de la novela, cuando St. John -que piensa marcharse a India de misionero- lleva a pasear a Jane por los alrededores de la casa que comparten, Moor House, en la versión de Elizabeth Power:
"- Lo volveré a ver -dijo en voz alta-, en mis sueños, cuando duerma a orillas del Ganges, y otra vez, más adelante, cuando me embargue un sueño más profundo en las orillas de un río más oscuro."
Resulta enormemente sugestiva la declaración, llena de nostalgia futura, y con esa alusión final a la muerte tan sutilmente traída.
Veamos como lo traduce de Luaces:
"No volveré a ver esto más, sino en sueños -dijo-, cuando duerma a orillas del Ganges o de algún río más remoto aún."
Donde toda la sugestión de la muerte desaparece y se convierte en mera referencia geográfica. Pero es que el original inglés reza así:
‘And I shall see it again,’ he said aloud, ‘in dreams when I sleep by the Ganges: and again in a more remote hour—when another slumber overcomes me—on the shore of a darker stream!’
Como podemos ver, la traducción de Austral resulta de una carencia de sensibilidad preocupante, mientras que la fidelidad de Elizabeth Power al original hace que toda su fuerza quede trasmitida.
sábado, 13 de enero de 2018
Los mitos en las palabras y expresiones del castellano actual (5)
-
lesbiana,
lésbico:
por la isla de Lesbos,
donde la poetisa Safo regentaba una escuela para chicas, a las que
dedicaba encendidos poemas de amor. (Al amor
lésbico
también se le llama amor
sáfico.)
-
letal:
mortífero, por el río de Leteo,
río del Hades o mundo de los muertos. (cfr. deletéreo.)
-
tener vista
de lince:
la expresión no tiene nada que ver con el felino en peligro de
extinción, sino con Linceo,
personaje mitológico que participó en la expedición de los
argonautas, y de quien se decía que tenía una vista prodigiosa.
-
llorar como una Magdalena:
por la amiga de Jesús, a quien se suele representar llorando su
muerte.
-
la manzana
de la discordia:
hace referencia al motivo de una discusión o disputa, y tiene su
origen en la manzana dorada que la diosa Eris (Disputa) entrega en
las bodas de Peleo y Tetis, destinada “para la más bella” y que,
a través de una rivalidad entre las diosas Hera, Atenea y Afrodita,
y el juicio de Paris, conduciría a la guerra de Troya. (cfr. en este
mismo blog: la Manzana de la Discorida y el Juicio de Paris.)
-
marcial:
relativo a la guerra, por Marte,
dios de la guerra.
-
mausoleo: sepulcro magnífico y suntuoso, toma su nombre de
Mausolo, sátrapa del imperio persa que en el siglo IV a. C se
hizo construir en Halicarnaso un monumento funerario suntuoso.
-
mecenas: protector de las artes, toma su nombre de Mecenas,
el idem por excelencia, noble romano muy rico, que fue amigo de
Augusto y protegió a artistas tan célebres como Virgilio y Horacio.
De ahí también mecenazgo.
-
meduseo/a:
relativo
a Medusa,
famosa hechicera de mirada torva (convertía en piedra a quien la
miraba) y que tenía serpientes por cabellos. Por “belleza medusea”
se entiende, según Mario Praz, aquella que fue del gusto de los
románticos, “enrtretejida de dolor, corrupción y muerte”.
-
mentor: consejero o guía, por el personaje de la Odisea
Mentor, tutor de Telémaco.
-
ser una Mesalina: para aludir a una ninfómana, o mujer de
apetito sexual exagerado, por la esposa del emperador romano Claudio,
Mesalina, de quien se cuentan estremecedoras anécdotas de su
lujuria y voracidad sexual.
(continuará...)
(continuará...)
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