domingo, 18 de octubre de 2015

Cuentecillo del Renacimiento sobre locos en Valencia

En el "Diálogo de la melancolía" (Pedro Mercado, hacia 1558) me encuentro con el siguiente cuentecillo a propósito del Hospital de los inocentes, que fundó en Valencia el mercedario padre Jofré en 1410 para proteger a los locos (Me recuerda mucho a un chiste de Eugenio sobre tres jóvenes que se fuman un canuto):

A ese mismo propósito me acaeció en Valencia la más alta gracia del mundo, viendo la casa de los orates, que es muy de ver. A la entrada hallé un hombre de buen parecer y creyendo ser el alcalde de la casa, después de saludádole, díjele: “Señor alcaide, recibiré merced me diga en qué parte veré los locos de esta casa”. Respondióme: “No sé lo que dices, mas hágote saber que soy San Pedro, que me envió Dios a predicar al mundo”. Como lo reconocí por loco reíme mucho; y más adelante hallé un clérigo medianamente aderezado y para que holgase de la respuesta del loco, díjele: “Hame pasado con un loco un donaire el mayor del mundo, que me dijo que era San Pedro, que lo enviaba Dios a predicar al mundo”. Respondióme el clérigo: “En verdad te digo que nunca tal envié”. Maravilléme de verlos sueltos y sin prisión ninguna.

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