Los Avisos de Jerónimo de Barrionuevo, uno de los grandes cronistas del Madrid barroco, constituyen lo que podríamos considerar el periodismo de la época. Traigo aquí una noticia del 14 de noviembre de 1657 que podría haber figurado perfectamente en una novela picaresca:
Prendieron á un
hombre porque le hallaron dando á una mujer de bofetadas, y á él y á ella los
llevaron á la cárcel. Visitóse el lunes, y sacándolos á los dos, habiendo
escrito contra él mil disparates, como lo hacen siempre esta gente farisea,
pidió el hombre licencia de hablar, y dijo: «Señores, yo soy casado y con seis
hijos. Salí antes de ayer desesperado de casa, por no tener con qué poderlos
sustentar, y pasando por la calle de esta mujer, me llamó desde una ventana, y
diciéndome allá dentro le había parecido bien, me ofreció un doblón de á cuatro
si condescendía con ella y la despicaba, siendo esto por decirla yo que era
pobre. Era un escudo de oro el precio de cada ofensa de Dios. Gané tres,
desmayando al cuarto de flaqueza y hambre. Quísome quitar el doblón y no pudo,
y á las voces llegó este alguacil que está presente, y tuvo mejores manos que
ella para hacerlo. Suplico á V. S. diga ahora ella si esto es verdad ó
mentira.» La cual allí en público dijo ser todo así, y visto por la Sala , in continenti le hicieron volver el doblón de á cuatro, en su
presencia, al alguacil, y le echaron libre sin costas la puerta afuera, y á
ella la mandaron tornar á su encierro para quitarla el rijo con algunos días de
pan y agua. Fué esto así como lo cuento, lunes 5 de este mes.