Pequé
algo de purista el año pasado cuando en mi post “¿Desfacer entuertos o
enderezar tuertos?” afeé el uso de “desfacer entuertos” al tratar de imitar la fabla quijotesca, e incluso me atreví a
calificar de error la utilización del sintagma por parte de conocidos
estudiosos de la literatura española como Segundo Serrano Poncela o José María
Micó.
Recientemente consultando la Vida de don Quijote y Sancho, de Unamuno, me
encontré con que el insigne vasco utilizaba con frecuencia el vocablo
“entuerto”, aunque siempre en relación con el verbo “enderezar”, como
Cervantes. Cuando ya estaba dispuesto a culparle de la difusión del uso, reparé
en que otras veces en esa obra usa el clásico “enderezar tuertos”, si bien con
menos frecuencia (quince “entuertos” contra seis “tuertos”).
La
vacilación en el uso me llevó a consultar algunos diccionarios de referencia en
nuestra lengua y me encontré con lo siguiente: en el Diccionario de Autoridades de la Real Academia Española, 1739,
no aparece el vocablo “entuerto”, pero sí “tuerto”, que se define: “Usado como
substantivo, vale agravio, sinrazón, ò injuria, que se le hace à alguno”, y se
autoriza con un fragmento del Quijote
y un romance de Quevedo referido al Quijote.
Ahora
bien, ya en el Diccionario ideológico,
1942, de Julio Casares, en el Diccionario
de uso del español, 1966-67, de María Moliner y en los actuales de la Real Academia aparece el
término “entuerto” como sinónimo de “tuerto”, e incluso en los dos últimos se
registra el sintagma “desfacedor de entuertos” como arcaísmo de uso familiar.
Para
continuar un poco mi pesquisa me acerqué, por Internet, al Corpus diacrónico
del español (CORDE), en la página web de la R.A .E e hice la siguiente comprobación: si bien
el término “entuerto” aparece en algún raro documento medieval, durante los
siglos de oro brilla por su ausencia. Pero ya en el siglo XIX se documentan
usos en las Escenas matritenses, de
Mesonero Romanos, en Emilio Castelar, en Pérez Galdós (La incógnita), y a principios del XX en La gloria de don Ramiro, de Enrique Larreta o en el mismísimo don Julio Casares, insigne lexicólogo, en un artículo recogido en su libro Cosas del lenguaje. No seré yo quien vaya
a enmendarle la plana a tan reputados maestros de la lengua.
Por
tanto, resumiendo: si queremos citar al Quijote con propiedad habría que decir “enderezar
tuertos”, pero si decimos “desfacer entuertos” no estamos incurriendo en error
alguno.