Fui a ver esta película ayer, por recomendación de Marcos, y muy agradecido le estoy, pues que se trata de una obra enormemente lograda, con unas interpretaciones magistrales y que te tiene atrapado durante todo el desarrollo, y te da mucho que pensar cuando termina. Mucho que pensar y mucho que hablar, porque no puedes evitar comentarla y discutir muchos de sus aspectos con quienes la han visto.
Desde entonces no he dejado de recomendarla, y ahora lo vuelvo a hacer desde el blog, aunque sea un poco ocioso, pues haciendo un pequeño recorrido por el ciberespacio constato que está teniendo una acogida excelente, tanto por parte de público como de crítica.
He visto alguna reseña o
entrevista con la directora, y todas se dirigen al mismo lugar: que si la
película es muy abierta; que, siendo obra de personas laicas y no creyentes, la
mirada hacia el mundo de lo religioso es muy respetuosa; que se centra en el conflicto
que genera en los distintos miembros de la familia una decisión de este tipo,
etc.
Sí, todo eso está muy bien, y
Alauda Ruiz de Azúa, la directora, como persona que se mueve en el mundo del
cine (ya sabemos, arte e industria) tiene que vender la película, y esa postura
de apertura a las múltiples lecturas vende más que alguna lectura más posicionada.


