La oraçion fecha, la missa acabada la an.
Salieron de la eglesia, ya quieren caualgar.
El Çid a donna Ximena iva la abraçar.
Donna Ximena al Çid la manol va besar,
Lorando de los ojos que non sabe que se far;
E el a las ninnas torno las a catar:
A Dios vos acomiendo, e al Padre Spirital.
Agora nos partimos, Dios sabe el ajuntar.
Lorando de los ojos que non viestes atal.
Asis parten unos dotros commo la uña de la carne.
Myo Çid con los sos vassallos pensso de caualgar.
A todos esperando la cabeça tornando va.
A tan grand sabor fablo Minaya Albar Fanez:
Çid, do son vuestros esfuerços? en buen ora nasquiestes de madre:
Pensemos de ir nuestra via, esto sea de vagar.
Aun todos estos duelos en gozo se tornaran.
c) ¿Cómo se manifiesta la profunda emoción del texto? Explícalo, poniendo ejemplos.
d) ¿Cuál es la función de Minaya Albar Fáñez en el fragmento?
c) La profunda emoción del texto se manifiesta de varias maneras.
Para comenzar, se trata de una despedida, momento emotivo por definición: la despedida del Cid y su familia en el momento en que el héroe parte para un destierro incierto (“agora nos partimos – Dios sabe el ajuntar”).
No sólo hay explícitas referencias a la emoción de los personajes (“lorando de los ojos” se repite; una vez con la ponderación “que non viestes atal”), sino que los movimientos resultan muy torpes, propios de personas embargadas por la emoción: el Cid va a abrazar a doña Jimena; ésta lo va a besar. Con lo que lo más probable es que tropiecen (“que non sabe que se far” dice el poeta).
Una imagen (un símil), una de las muy pocas del Cantar sintetiza el desgarramiento de la separación (“Asis parten unos d´otros commo la uña de la carne”).
Reparemos en el verbo con que se refiere a la mirada del Cid a sus hijas (“tornolas a catar”: no puede dejar de mirarlas).
Por último el gesto de volver la cabeza del protagonista (“A todos esperando - la cabeza tornando va”), señal de flaqueza que no es muy propia de un héroe como él; pero es que en este momento está poseído por la emoción.
d) Las dos preguntas se comunican perfectamente. De hecho la intervención de Minaya Albar Fáñez viene precedida por una ponderación de la emotiva situación anterior: “A tan grand sabor – fabló...”. Su función es la de dar ánimos en el momento en que ve que su jefe da muestras de debilidad. Para ello le recuerda su valor habitual (“vuestros esfuerzos”) y le promete una futura reparación del dolor actual: “Aun todos estos duelos en gozo se tornaran”.
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