martes, 4 de agosto de 2015

Un poema de Gómez Manrique en las oposiciones a profesores de secundaria de Castellano en la Comunidad Valenciana. Notas para su comprensión


Cuando en mis años mozos oposité al cuerpo de agregados de Lengua y Literatura Españolas de Enseñanza Media (en 1981) recuerdo que la prueba de comentario de textos consistía en tres partes: un comentario filológico, un comentario literario-estilístico y un comentario sintáctico y semántico. En las recientes oposiciones al cuerpo de profesores de secundaria esa prueba de comentario tenía solo dos partes: un comentario filológico y literario de un texto anterior al siglo XVIII y un comentario lingüístico de un texto contemporáneo. El hecho de que el comentario filológico y el literario vayan unidos tiene una serie de implicaciones negativas: como se ha de seleccionar un texto anterior al siglo XVIII nos dejamos fuera una gran porción de historia literaria que podría dar lugar a jugosísimos comentarios literarios (Bécquer, Machado, García Lorca, por poner tres ejemplos especialmente significativos entre mil que podría citar); pero además, para que el comentario filológico resalte se tiende a acudir a lo medieval, con lo que de nuevo se resiente el comentario literario (que en nuestra poesía del siglo de oro tendría un magnífico espacio de lucimiento). Así ocurrió en la reciente oposición, en que se eligió un poema de Gómez Manrique, que transcribo a continuación:

La inmensa turbaçión
deste reino castellano  
faze pesada mi mano
y torpe mi discriçión:   
que las horas y candelas
que se gastaban leyendo
agora gasto poniendo
rondas, escuchas y velas.
     El tiempo bien despendido
en las liberales artes
en cavas y baluartes
es agora convertido:
Por tanto, si falleciere
la muy gentil elocuençia,
culparéis la diferençia
del tiempo que lo requiere.
    Del cual un poco furtando,
aunque no sin grande afán,
a vos, señor de Almaçán,
pregunto, mal consonando:
¿cuál os es menos molesta,
vuestra secreta prisión
o la vulgar detençión
que vos es por el rey puesta?
    Maguer son en calidad
algún tanto discordantes,
ambas a dos son privantes
de la franca libertad,
lo cual visto, cuidaría,
a mi paresçer grosero,
en el solo carcelero
consistir la mejoría.
            FIN
   Respondedme todavía,
generoso caballero,
que vos faga plazentero
la dárdana poliçía.

Muchos problemas planteaba un texto semejante, que no me parece especialmente bien elegido.