Compré el libro que me recomendaste y lo he leído de un tirón, pero no he entendido nada.
Nos encontramos con 3 proposiciones coordinadas: las dos primeras copulativas y unidas entre sí por el nexo y; la tercera, adversativa respecto a las anteriores, introducida por el nexo pero. La primera de las coordinadas incluye una proposición subordinada adjetiva en el complemento directo.
Empecemos, pues, a analizarlas: el sujeto de la primera coordinada es elíptico (yo), y el predicado: compré el libro que me recomendaste. Su núcleo verbal es compré, y el libro que me recomendaste, complemento directo. Dentro de él, el núcleo será libro, introducido por el determinante el, y con una proposición subordinada adjetiva complementándolo: que me recomendaste. El sujeto de la adjetiva es elíptico (tú), y el predicado: que me recomendaste. Su núcleo verbal recomendaste; el complemento directo es el pronombre relativo que, que introduce la subordinada; y también hay un complemento indirecto: me.
El sujeto de la segunda coordinada es también elíptico (yo, de nuevo); el predicado: lo he leído de un tirón. Su núcleo verbal, he leído;con lo como complemento directo; y de un tirón como complemento circunstancial de modo, que se descompone: enlace (de) y término (un tirón), y luego el término: determinante (un) y núcleo (tirón).
En la tercera proposición coordinada, la adversativa, el sujeto vuelve a ser elíptico (yo); y el predicado: no he entendido nada. Su núcleo verbal: he entendido; que va precedido por un complemento de negación (no), y a quien sigue un complemento circunstancial de cantidad (nada), que constituye a la vez un refuerzo de la anterior negación.
La modalidad oracional de la oración analizada es enunciativa.
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