Flaubert estaba obsesionado por la estupidez humana. Una de las formas de manifestación de ésta es la repetición de tópicos o lugares comunes en la conversación. Flaubert le dedicó a este asunto un divertidísimo Diccionario. Aquí tenemos algunos ejemplos de tópicos que empiezan por la letra a:
Actrices.- La perdición de los hijos de buena familia. Son de una lubricidad pavorosa, se dedican a las orgías, derrochan millones, terminan en el hospital, ¡Perdón! ¡Hay algunas que son buenas madres de familia!
Alabastro.- Sirve para describir las partes más hermosas del cuerpo de la mujer.
Aquiles.- Agregar "el de los pies ligeros": eso permite hacer creer que uno ha leído a Homero.
Arquímedes.- Decir a propósito de su nombre: "¡Eureka! Dadme un punto de apoyo y moveré al mundo". También existe el tornillo de Arquímedes pero nadie se ha preocupado por saber en qué consiste.
Artistas.- Todos farsantes. Ponderar su desprendimiento (obsoleto). Asombrarse de que se vistan como todo el mundo (obsoleto). Ganan sumas fabulosas, pero las tiran por la ventana. Se los invita con frecuencia a cenar afuera. La mujer que es artista no puede resultar sino una ramera. Lo que hacen no se puede llamar trabajar.
Áspid.- Animal conocido por la cesta de higos de Cleopatra.
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