La contemplación esta tarde del film japonés "Despedidas", la película más hermosa, intensa y llena de emoción que he visto en mucho tiempo, y donde por supuesto, en un momento dado, aparecen los cerezos en flor, me trae a la memoria este pasaje del mexicano Alfonso Reyes sobre la visión estética del japonés.
"El Japón es un pueblo "en escala humana", ajeno a los terrores monstruosos que solemos considerar propios del Asia. Todos disfrutan igualmente de aquella civilización sobria y sucinta: la única verdadera, que es la civilización del sentimiento. La casa del Emperador se parece a la del labriego. Admirar los primeros brotes del cerezo es asunto que provoca casi una peregrinación; y el hombre que tira del carro se detiene, de pronto, para hacer notar a su señor la belleza del paisaje. "¿Cómo explicarse -se preguntaba cierta noche un japonés en París- que sea yo el único que ha salido a admirar el centelleo del río bajo la luna nueva?" Cuando las primeras nevadas, las mujeres no saben dónde arrojar las heces del té. Porque ¿quién se atrevería a manchar las primeras nieves? Dichoso el pueblo para quien el amor a la patria se confunde con el más alto ideal estético."
martes, 29 de septiembre de 2009
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