martes, 21 de octubre de 2025

Quandoque boni dormitant traduttori: un error grueso de traducción en LOS NOVIOS, de Manzoni

 

Hace años, en Lengua de 2º de Bachillerato, solía poner  en clase un trabajo sobre lecturas de El dardo en la palabra, de Lázaro Carreter. Les hacía leer 5 o 6 de sus artículos sobre errores en el uso del lenguaje y les proponía un cuestionario de 4 o 5 preguntas sobre cada texto. Uno de los más jugosos, y el que corregíamos detalladamente en clase era el dedicado al uso –tan frecuente incorrecto- del verbo adolecer. Se lo suele emplear como sinónimo de carecer, cuando en realidad significa tener el defecto de. Un equipo de fútbol no adolece de velocidad, sino de falta de velocidad.

 

El artículo era muy rico, pues hablaba de varios asuntos, como el uso de extranjerismos y, sobre todo, la relación entre lenguaje y pensamiento, y cómo asistíamos a un peligroso derretimiento mental en el uso lingüístico cotidiano.

 

En un momento dado escribía el maestro (y todo el artículo era un verdadero modelo de perfecta redacción): “Por el momento, tengo otorgada la medalla del mérito papandujo al primor con que televisión nos obsequió en una reciente emisión deportiva. Refiriéndose a un equipo de fútbol, el locutor afirmó que “hasta ahora sólo ha cosechado malos éxitos”. Pase lo de cosechar: también se siembran fracasos. Pero eso de los éxitos malos produce estupor. Si, como dice el Diccionario, y todos o casi todos creemos, éxito significa: “Resultado feliz de un negocio, actuación, etcétera”, ¿cómo hay malos éxitos? Otra palabra hecha chicle, dispuesta a pegarse a cualquiera que salga por la boca.”

 

Pues bien, cuál no sería mi estupor cuando leyendo un pasaje de I promessi sposi, del capítulo XVIII, que reza así:

 

In quanto a don Gonzalo, poco dopo quella risposta, se n’andò da Milano; e la partenza fu trista per lui, come lo era la cagione. Veniva rimosso per i cattivi successi della guerra, della quale era stato il promotore e il capitano; e il popolo lo incolpava della fame sofferta sotto il suo governo.

 

Me encuentro con que los tres traductores de que hablaba en el anterior post traducen igualmente mal el pasaje.

 

Gallego: Por lo que toca á D. Gonzalo, su respuesta á los comisionados de la Junta de Sanidad fué uno de sus últimos actos administrativos, porque el mal éxito de la guerra contribuyó á que se le removiese de su destino en aquel mismo verano.

 

Benítez: En cuanto a don Gonzalo, poco después de aquella respuesta se marchó de Milán; y la partida fue triste para él, como lo era la causa. Se veía removido por el mal éxito de la guerra, de la que había sido promotor y capitán; y el pueblo lo culpaba del hambre padecida bajo su gobierno.

 

Muñiz: En cuanto a don Gonzalo, poco después de aquella respuesta, se marchó de Milán; y la partida fue tan penosa para él, como lo era su causa. Lo habían destituido por el mal éxito de la guerra, de la que había sido promotor y capitán; y el pueblo lo culpaba del hambre padecida bajo su gobierno. (Cátedra, p. 556)

 

Si sucesso en italiano se suele traducir por éxito, también como procedente del verbo succedere se puede traducir perfectamente por resultado, como atestigua uno de los diccionarios de italiano que tengo en casa, el de Devoto y Oli, que pone como significado de successo: esito, risultato.

 

De manera que una traducción de la frase algo más airosa podría ser:

 

Lo habían destituido [mejor que remover, aun cuando éste sea correcto] por los malos resultados de la guerra [los sucesos o resultados adversos, los fracasos].

 

No quiero cuestionar a los traductores de que hablo, porque me consta que son buenos. Estoy leyendo Los novios, en la traducción de Mª Nieves  Muñiz y me parece muy buena. Ni que decir que Esther Benítez (de quien he leído tantas traducciones) es una buena profesional. Y Juan Nicasio Gallego es un clásico del paso del siglo XVIII al XIX de nuestras letras.

 

Lo que ocurre es que quandoque boni dormitant traduttori.

 

No hay comentarios: