domingo, 5 de octubre de 2025

GRAFOMANÍA, de Virgilio Piñera

 

Hoy traigo al blog un texto breve de Virgilio Piñera, excelente escritor cubano no demasiado frecuentado por mí. Es verdad que solía leer su texto “En el insomnio” en clase, o que me divertí mucho leyendo su Electra Garrigó, pero aún así no lo he seguido suficientemente. El otro día, releyendo algunos de sus relatos (brevísimos algunos de ellos) de El que vino a salvarme, me encontré con éste, tan divertido y mordaz que no me he resistido a incorporarlo al blog. Lo que más me sorprende de Piñera es cómo utiliza un castellano purísimo y muy claro (clásico, diría yo) para transmitir un tipo de creación absurda y grotesca. Es una operación propia de su maestro: Kafka. Usar un lenguaje sencillo y muy claro para transformar la realidad –en un acto de creación pura- y proponernos un mundo de ficción absoluta que, sin embargo, como ocurre en los grandes escritores, no deja de remitir a la realidad.

 

GRAFOMANÍA. Virgilio Piñera  (1957)

 

Todos los escritores —los grandes y los chupatintas— han sido citados a juicio en el desierto del Sahara. Por cientos de miles este ejército poderoso pisa las candentes arenas, tiende la oreja —la aguzada oreja— para escuchar la acusación. De pronto sale de una tienda un loro. Bien parado sobre sus patas infla las plumas del cuello y con voz cascada —es un loro bien viejo— dice:
—Estáis acusados del delito de grafomanía.
Y acto seguido vuelve a entrar en la tienda.
Un soplo helado corre entre los escritores. Todas las cabezas se unen: hay una breve deliberación. El más destacado de entre ellos sale de las filas.
—Por favor… —dice junto a la puerta de la tienda.
Al momento aparece el loro.
—Excelencia —dice el delegado—. Excelencia, en nombre de mis compañeros os pregunto: ¿Podemos seguir escribiendo?
—Pues claro —casi grita el loro—. Se entiende que seguirán escribiendo cuanto se les antoje.
Indescriptible júbilo. Labios resecos besan las arenas, abrazos fraternales, algunos hasta sacan lápiz y papel.
—Que esto quede grabado en letras de oro —dicen.
Pero el loro, volviendo a salir de la tienda, pronuncia la sentencia:
—Escribid cuanto queráis —y tose ligeramente—, pero no por ello dejaréis de estar acusados del delito de grafomanía.

                  

jueves, 25 de septiembre de 2025

Las píldoras humanísticas de Javier

 

Me envía Javier un enlace de sus “50 píldoras humanísticas contra el mal de los tiempos”, publicado en la Revista digital Entreletras.

https://www.entreletras.eu/temas/cincuenta-pildoras-humanisticas-contra-el-mal-de-los-tiempos/

Me parecen tan buenas que le pido permiso para incluir algunas en mi blog (que así se enriquece). Reconocemos el tono de su última novela La tristeza del sabio, pero también nos complace mucho que ensaye el aforismo, y así se coloque, toutes proportions gardées, en la tradición de Nietzsche, Cioran y otros de ese jaez. Me he reído enormemente con la dilogía de la número 13. La 7 tiene cierta confluencia de tono con mi último post.

Ahí van unas pocas:

7 – ¿Por qué el cansino mantra de la pedagogía moderna de que hay que despertar en los estudiantes una “actitud crítica”, sin jamás mencionar que hay que despertarles también —y antes que nada— una “actitud admirativa” hacia los logros de la civilización y las grandes cimas de la cultura?

9 – Ya no se ven bibliotecas domésticas: esos cientos o miles de libros que antes poblaban los hogares, no sólo de eruditos y profesores, sino de médicos, ingenieros, abogados, funcionarios…, gentes instruidas o con ganas de instruirse. Aunque dispongan de suelo térmico y climatización constante, hoy hace más frío en esos hogares

13 – VOCACIONES. Hay quienes ven en los hijos el fin de la vida y hay quienes ven en los hijos el fin de la vida. Vocación de casado y vocación de soltero: hay que seguirlas.

16 – ¿AVE FÉNIX? La cultura humanística es una creación tan sutil y delicada en la evolución del animal humano que hacen falta siglos de esfuerzo para levantarla, pero unos pocos años bastan —lo estamos viendo— para reducirla a cenizas.

19 – REFLEXIÓN DEL FILÓSOFO. Las ideas son manjar; la ideología, pienso.

30 – Rousseau, un genio paranoico, ha sido el más grande intoxicador de conciencias de la modernidad; desde las fantasías sociales de Marx hasta las imposiciones de última hora son herencia suya: la nueva pedagogía, el animalismo rampante, el sometimiento a la corrección política, el victimismo sentimental de nuestros días… Toda la modernidad, en definitiva, ha seguido los pasos de un loco.

40 – ÉLITE Y VULGO. El sabio y el necio van en barcos distintos. No es un buen signo el aplauso de la mayoría. La multitud eligió a Barrabás, no a Cristo.

48 – Decía Ortega y Gasset en La rebelión de las masas que el hombre moderno es “un primitivo emergiendo de un mundo civilizado”. Cada vez es más cierta esa apreciación. ¿Y cómo no pensar en ella cuando contemplamos al ciudadano vulgar del siglo XXI embobado y embebido en sus sofisticadísimos chismes de bolsillo?

martes, 23 de septiembre de 2025

Actualidad y canon: sobre los libros de texto y pruebas de Selectividad

 

Hoy quiero traer al blog un fragmento de Ortega y Gasset, de su libro La caza y los toros. Recuerdo que aparecía en uno de los libros de texto que utilicé en mis muchos años dando clases de Lengua y Literatura. En uno de los primeros temas, al hablar del esquema de la comunicación y las funciones del lenguaje, se leía este texto y se planteaban algunas preguntas que ya no recuerdo, pero que tendrían que ver con las diferencias entre función expresiva y representativa del lenguaje y cosas por el estilo.

 

Para mí el texto constituyó toda una revelación. No sabía yo que el ladrido en el perro era algo adquirido, y me parecía muy penetrante la manera en que Ortega lo relacionaba con un cuasi lenguaje.

 

Pero lo más significativo para mí, aparte del valor propio del escrito, era que perteneciera a un gran filósofo y que, al mismo tiempo que se hacía una lectura valiosa, se estuviera transitando el canon clásico de los grandes autores.

domingo, 14 de septiembre de 2025

Otra forma de danzar: el toreo según Gerardo Diego

 

A la vuelta de Cantabria (siempre tan vivificadora para mí) decidí leer a alguno de sus escritores y me enfrasqué en la correspondencia entre Gerardo Diego y José María de Cossío. Comentaban cosas de literatura y libros, sobre todo, pero algo de toros aparecía de vez en cuando (la creación de "Torerillo en Triana" del primero para la antología del toro en la poesía que proyectaba el segundo, por ejemplo). Javier me comentó que la mejor poesía sobre tema taurino que había era la de Diego, y así me puse a leer la recopilación Poesía y prosas taurinas, editada por Pre-Textos. Allí me encuentro con un artículo que Diego escribió para el diario ABC el 17-12-1961, y que lleva por título Novísimo “Laocoonte”. En sus primeros párrafos despliega el poeta una teoría sobre la relación entre la tauromaquia y la danza que me parece muy penetrante y que, por ello, no puedo resistirme a teclear:

 

miércoles, 3 de septiembre de 2025

Una etapa en el viaje literario: las inscripciones sepulcrales del Monasterio de Oña

 

En mi periplo hacia al Cantábrico, esta vez, no bajé por la Mazorra ni, por tanto, pude contemplar, con cierta holgura, la torre de Valdenoceda. Conspiró contra ello lo que podríamos denominar el elemento literario del viaje. Así que, tras Burgos, en vez de atravesar el páramo de la Masa, me fui por Briviesca en dirección a Oña.

 

Quería volver a visitar el Monasterio de San Salvador para reparar mejor en las inscripciones sepulcrales que se encuentran en su claustro.

 

sábado, 12 de julio de 2025

Dante, Virgilio y Estacio: El Paraíso de la Literatura.

 

En el Purgatorio de la Divina Comedia, cuando suben Virgilio y Dante en el canto 21 a la cornisa 5 (la de los Avaros y Pródigos), tras haber sentido un gran estruendo, se encuentran con una sombra, causa del estruendo (que se produce cuando a alguno que purga se le abren las puertas del Paraíso), que no tarda en identificarse. Se trata de Estacio, poeta épico,  que escribió la Tebaida y falleció sin poder terminar la Aquileida. Inmediatamente entona un elogio a Virgilio como gran inspirador de sus obras. Se produce entonces una situación embarazosa: Virgilio le hace un gesto a Dante ordenándole silencio, y Dante esboza una sonrisa que capta el recién llegado. Éste le pregunta el motivo de su risa. Entonces Virgilio le permite a Dante que lo identifique. Cuando así lo hace, Estacio se inclina devotamente para abrazar los pies del maestro.

 

viernes, 4 de julio de 2025

Un fragmento de Ivo Andric: sobre el origen de los puentes

 

Cuando viajé a Perugia, por primera vez, para aprender italiano, mis principales amigos allí fueron un alemán, Wolfgang, y dos croatas, Branko y Erwin, compañeros de clase y del asueto vespertino, paseando por el Corso Vanucci, al tiempo que blandíamos el inevitable helado de stracciatella.

 

Un día les pregunté a mi amigos yugos (todavía existía Yugoslavia) cuál era la obra literaria fundamental de su país. Y me nombraron a Ivo Andric, premio Nobel, cuyo Un puente sobre el Drina era la joya de la corona de su literatura. Retuve la referencia en mi cabeza, y tiempo después adquirí la obra, pero no ha sido hasta ahora, unos cuarenta años más tarde, que me he puesto a leerla (así de cargada y exigente es mi agenda de lecturas).

 

La obra no me ha defraudado lo más mínimo, sino que me parece excelente, con una prosa al mismo tiempo cristalina, precisa y profunda. Pasa revista a cuatro siglos de historia local en torno al puente y la ciudad de Visegrad, en Bosnia, con la cotidiana y difícil convivencia entre cristianos, musulmanes y judíos que pueblan la región. Una novela histórica y coral cuyo protagonista principal no es otro que el magnífico puente.